Ayer mi sobrina política Cuchi, me enseñó una palabra preciosa, sonora, casi musical y muy jerezana llamada Tabancos.
Los Tabancos eran antiguos despachos de vino a granel, donde se podían degustar los diferentes vinos de la tierra antes de su compra y probar algunas viandas. Eran esos locales que hasta hace no mucho tiempo, algunos insensatos llaman cutres, rancios y obsoletos, pero auténticamente genuinos y por eso ahora están resurgiendo y poniéndoese de moda.
Nota: las tres fotografía no son de mi propiedad, han sido sacadas de diferentes páginas de internet.
Los Tabancos eran antiguos despachos de vino a granel, donde se podían degustar los diferentes vinos de la tierra antes de su compra y probar algunas viandas. Eran esos locales que hasta hace no mucho tiempo, algunos insensatos llaman cutres, rancios y obsoletos, pero auténticamente genuinos y por eso ahora están resurgiendo y poniéndoese de moda.
Nota: las tres fotografía no son de mi propiedad, han sido sacadas de diferentes páginas de internet.
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