Considerada una de las siete maravillas del Alentejo y no es para menos.
Esta pequeña población de casi mil habitantes, forjada de pizarra y granito, es indescriptiblemente bonita, pasear por sus calles empedradas, te transporta en el tiempo y produce una placentera sensación de bienestar.
El silencio de Monsaraz lo llena todo y no es necesario nada más.
El silencio de Monsaraz lo llena todo y no es necesario nada más.
Fotografías realizadas en una mañana de niebla.
Igreja Nossa Senhora da Lagoa. |
Pelourinho en primer plano e iglesia Nossa Senhora da Lagoa. |
Castillo y coso taurino en el patio central. |