Monumento megalítico funerario del Neolítico, perfectamente conservado y con una altura de casi dos metros y siete pilares.
Tiene un orificio en uno de los pilares que llaman "buraco da alma" del cual los antropólogos-historiadores no dan explicación alguna, tan solo coinciden en que pudiera ser de época mucho más reciente.
Se descubrío a finales del siglo XIX y está catologado como Monumento Nacional.
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