Considerada una de las siete maravillas del Alentejo y no es para menos.
Esta pequeña población de casi mil habitantes, forjada de pizarra y granito, es indescriptiblemente bonita, pasear por sus calles empedradas, te transporta en el tiempo y produce una placentera sensación de bienestar.
El silencio de Monsaraz lo llena todo y no es necesario nada más.
El silencio de Monsaraz lo llena todo y no es necesario nada más.
Fotografías realizadas en una mañana de niebla.
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| Igreja Nossa Senhora da Lagoa. |
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| Pelourinho en primer plano e iglesia Nossa Senhora da Lagoa. |
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| Castillo y coso taurino en el patio central. |
Qué bien le sienta esa niebla a tus imágenes, Javier. Le aportan una atmosfera muy especial.
ResponderEliminarEl lugar, una maravilla.
Un abrazo.
Muchas gracias Emiliano.
ResponderEliminarCierto, la niebla suele dar a las fotografías un halo de misterio muy atractivo.
Un abrazo.